Wimbledon arrancó con su principal enemigo como protagonista. La lluvia provocó que los partidos se suspendan una y otra vez. En tanto, los argentinos también sufrieron con el enemigo de siempre en Inglaterra. El césped no le sienta bien y la jornada inaugural dejó un saldo muy negativo: cuatro derrotas, ningún triunfo y tres encuentros que no finalizaron por falta de luz y se van a reprogramar. Se despidieron Berlocq, Hartfield, Roitman y Cravero, mientras que el de Chela se suspendió dos sets a uno abajo y con Del Potro y Dulko pasó lo mismo.
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