El primer punto muy sufrido
Tarde con poco fútbol en Burzaco. En un campo muy deteriorado, el local dominó el encuentro, pero San Miguel cumplió una ardua tarea en la defensa, impidiendo que el balón ingrese en la red. El resultado fue un empate sin goles, donde claramente se vio un equipo incomodo en el campo de juego, que no podía desplegar su técnica.
El primer tiempo, como a lo largo de todo el partido, tuvo a San Martín como protagonista. Con algunas llegadas, enloquecía al técnico visitante; que con muchos nervios invadía la zona de juego para dar indicaciones a sus jugadores. El trabajo era prolijo, de mitad de cancha hacia abajo, pero Los de Polvorines nunca consiguieron generar peso en el ataque. Algunos intentos de Toledo por desequilibrar y nada más que eso. Oliva, por su parte, estaba empecinado en querer regatear y dibujar en una cancha donde se esa intención se vuelve imposible. Mientras el ex excursionistas perdía todos los balones, Marquiegui dudaba de su tarea. No entendía si debía acoplarse a Diego Toledo o a Mariano Oliva en la creación. Un panorama complicado se le pintaba a Santorelli para la segunda mitad.
Tras volver del descanso, los de Ostúa seguían con el esférico en su poder. Luna que ayudaba tanto abajo como arriba, Ojeda que intentaba recuperar y desbordar por la banda izquierda, que no le es para nada cómoda, y Gonzalez junto a Castiglione que trababan de frenar, con lo que podían, los avances de los mediocampistas de Burzaco. La entrada de Manuel Acosta por Ojeda, le dió más circulación al juego de San Miguel por el lateral izquierdo, dejando bien en claro que Ojeda no esta cómodo por ese sector y que para Acosta era el puesto habitual. Fue por esa por donde llegó la única jugada peligrosa del conjunto visitante, a través de una gran habilitación de Oliva, que ya había entendido que debía jugar con más rapidez, para Marquiegui que no alcanzó a definir a la perfección y dejó en el camino lo que podía ser la victoria del Trueno Verde.
Santorelli se fue algo conforme con el rendimiento de su equipo, pero entiende a la perfección que a este San Miguel le está faltando peso ofensivo. El entrenador por eso espera poder contar con Sergio Tejera (falta que llegue el Transfer) y Gabriel Paez (Lesionado) para crear más oportunidades peligrosas. En la tercera fecha se sumó en el promedio, poco, pero todavía falta y mucho.
Tarde con poco fútbol en Burzaco. En un campo muy deteriorado, el local dominó el encuentro, pero San Miguel cumplió una ardua tarea en la defensa, impidiendo que el balón ingrese en la red. El resultado fue un empate sin goles, donde claramente se vio un equipo incomodo en el campo de juego, que no podía desplegar su técnica.
El primer tiempo, como a lo largo de todo el partido, tuvo a San Martín como protagonista. Con algunas llegadas, enloquecía al técnico visitante; que con muchos nervios invadía la zona de juego para dar indicaciones a sus jugadores. El trabajo era prolijo, de mitad de cancha hacia abajo, pero Los de Polvorines nunca consiguieron generar peso en el ataque. Algunos intentos de Toledo por desequilibrar y nada más que eso. Oliva, por su parte, estaba empecinado en querer regatear y dibujar en una cancha donde se esa intención se vuelve imposible. Mientras el ex excursionistas perdía todos los balones, Marquiegui dudaba de su tarea. No entendía si debía acoplarse a Diego Toledo o a Mariano Oliva en la creación. Un panorama complicado se le pintaba a Santorelli para la segunda mitad.
Tras volver del descanso, los de Ostúa seguían con el esférico en su poder. Luna que ayudaba tanto abajo como arriba, Ojeda que intentaba recuperar y desbordar por la banda izquierda, que no le es para nada cómoda, y Gonzalez junto a Castiglione que trababan de frenar, con lo que podían, los avances de los mediocampistas de Burzaco. La entrada de Manuel Acosta por Ojeda, le dió más circulación al juego de San Miguel por el lateral izquierdo, dejando bien en claro que Ojeda no esta cómodo por ese sector y que para Acosta era el puesto habitual. Fue por esa por donde llegó la única jugada peligrosa del conjunto visitante, a través de una gran habilitación de Oliva, que ya había entendido que debía jugar con más rapidez, para Marquiegui que no alcanzó a definir a la perfección y dejó en el camino lo que podía ser la victoria del Trueno Verde.
Santorelli se fue algo conforme con el rendimiento de su equipo, pero entiende a la perfección que a este San Miguel le está faltando peso ofensivo. El entrenador por eso espera poder contar con Sergio Tejera (falta que llegue el Transfer) y Gabriel Paez (Lesionado) para crear más oportunidades peligrosas. En la tercera fecha se sumó en el promedio, poco, pero todavía falta y mucho.
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