San Miguel se enfrentó con San Carlos en Berizzo por la quinta fecha y no consiguió ni siquiera traerse un punto. En un partido extraño, donde sin dudas el arbitro, Pablo Dóvalo, fue el gran protagonista de la tarde, cumpliendo una tarea para el olvido. Los de Polvorines empezaron ganando con un gol de penal de Diego Toledo, pero por la misma vía Mauro Raverta puso la igualdad y finalmente Rule selló la victoria del celeste por 2 a 1.
La primera parte serían 45' minutos de aburrimiento, sin goles y con pocas llegadas al arco de ambas partes. Algunos intentos de Toledo y Tejera por desequilibrar a una defensa muy rustica, junto a un repetido Oliva que busca crear y dibujar en una cancha que lo imposibilita. Del otro lado, Barclay y Licht eran los únicos que inquietaban. Hasta entonces, era un partido fácil para la visita. Omar Santorelli comenzaba con su show, exaltado, nervioso, el técnico gritaba una especie de palabra mágica, ante cada complicación que se le presentaba a su equipo. La traducción podría ser: "Chikipum- Ufa Ufa Ufa". Poca autoridad mostraba el arbitro dejando pasar varias infracciones sin advertir si quiera. Un anticipo de lo que vendría despues.
Ya en la segunda parte, el verde jugó 15' a toda máquina. Una falta a Francisco Luna dentro del área le dió la oportunidad al goleador del equipo de ponerse arriba en el marcador. Pero el cambió de esquema del Local, que pasó a jugar con tres puntas, preocupó a Santorelli que defendía con una linea de tres, lo que generaba una marcaje hombre a hombre. Esta situación generó en el entrenador de San Miguel cierto apresuramiento a la hora de hacer los cambios. Sacó a Luna, de muy buen partido, y hizo ingresar a Viniegras para armar una defensa con cuatro jugadores. Es cierto que el Trueno no está acostumbrado a jugar con laterales en el fondo desde la llegada de Omar Santorelli, y eso quedó plasmado en el resultado. A los 19' Dóvalo cobro un penal inexcistente para la mayoría, a favor de San Carlos, que a través de Mauro Raverta cambió por gol. Era un empate, pero la defensa se descuidó, y Rule, recien ingresado, de volea la metio al arco, Peruscina tuvo poca reacción esta vez. El técnico visitante manda a la cancha a Mongioi buscando ya un salvavidas que le rescate un punto. Sabía que había perdido tácticamente el partido menos pensado y de la forma menos deseada. El arbitro terminó sacando del campo a Santorelli, que se encontraba muy enojado y sobretodo exaltado.
No hubo magia que salve a este San Miguel. No hubo palabra que explique esta derrota, pero habrá revancha y pronto, es lo que desean los jugadores e hinchas del Trueno Verde.
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